Historia del Aceite de la Sierra de Segura

Historia del Aceite de la Sierra de Segura y su Denominación de Origen

La historia del aceite de oliva de la Sierra de Segura está profundamente vinculada a la geografía y cultura de esta región en la provincia de Jaén, Andalucía. El reconocimiento formal del aceite producido en estas tierras comenzó en 1979 con la creación provisional del Consejo Regulador, un organismo cuyo objetivo inicial era proteger la autenticidad y calidad del producto local. Sin embargo, no fue hasta 1993 cuando el Ministerio de Agricultura de España otorgó oficialmente el estatus de Denominación de Origen Protegida (D.O.P.). Este paso fue clave para la promoción y salvaguarda de los aceites de oliva virgen extra de esta comarca.

El proceso de reconocimiento culminó en 1996, cuando la Unión Europea concedió la máxima protección posible a este producto mediante la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.), un sello que garantiza tanto la calidad del aceite como su procedencia exclusiva de la Sierra de Segura. Esta distinción fue fundamental para que los consumidores pudieran identificar con claridad los aceites certificados bajo esta denominación, respaldados por estrictos controles de calidad.

El papel de José Bautista de la Torre

Uno de los personajes clave en esta historia fue José Bautista de la Torre, un farmacéutico y bromatólogo nacido en la Puerta de Segura. En la década de los 70, Bautista de la Torre comenzó a caracterizar los aceites de esta comarca jiennense, estudiando sus propiedades tanto desde un punto de vista químico como sensorial. Este trabajo fue esencial para demostrar que los aceites de la Sierra de Segura, aunque procedían mayoritariamente de la variedad Picual, poseían características singulares debido a las condiciones geográficas y climáticas de la región.

El olivar de la Sierra de Segura se extiende en terrenos de alta montaña, con altitudes superiores a los 900 metros, suelos pobres y una climatología marcada por cambios bruscos de temperatura y precipitaciones irregulares. Esta combinación de factores da lugar a aceites con un sabor intenso y un perfil organoléptico que refleja el entorno único donde se cultivan.

Características del Aceite de la Sierra de Segura

El aceite de oliva de la Sierra de Segura se distingue por su variedad Picual, que le confiere un sabor característico con matices de amargor y picor, además de aromas a hierba fresca, tomate y manzana. Estos aceites tienen una acidez baja, inferior a 0.5º, lo que los convierte en un producto de alta calidad. Además, son ricos en antioxidantes naturales, como los polifenoles, que les proporcionan una gran estabilidad y resistencia al enranciamiento, permitiendo que sus propiedades sensoriales y químicas se mantengan inalterables por mucho tiempo.

Los beneficios para la salud que ofrece el aceite de oliva virgen extra de la Sierra de Segura son múltiples: contribuye a la reducción del colesterol, mejora la salud cardiovascular, y tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Además, es un componente clave en la dieta mediterránea, altamente apreciado tanto por su sabor como por sus cualidades saludables.

Aceite Olivar del Castillo

Dentro de esta denominación de origen, destaca el aceite Olivar del Castillo, un AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) producido en un entorno natural privilegiado de la Sierra de Segura. Este aceite, de la variedad Picual, se elabora con aceitunas recogidas de forma temprana, garantizando así una mayor concentración de antioxidantes y propiedades organolépticas excepcionales. El Olivar del Castillo refleja perfectamente las características de esta denominación, con un sabor intenso, un amargor y picor equilibrados, y un aroma fresco y frutado. Además, sus beneficios para la salud lo convierten en un producto ideal tanto para el consumo diario como para la alta cocina.

Este aceite se ha consolidado como una opción premium dentro de los aceites de la Sierra de Segura, destacando no solo por su calidad, sino también por su compromiso con el medio ambiente y las técnicas de cultivo tradicionales que garantizan la sostenibilidad de sus olivares.

Importancia del Consejo Regulador

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sierra de Segura juega un papel fundamental en la protección y promoción del aceite de la región. Este organismo es responsable de garantizar que los aceites etiquetados con el sello de la D.O.P. cumplan con los más altos estándares de calidad y que su procedencia esté certificada. Solo los aceites que han superado estrictos controles son autorizados para su envasado bajo esta denominación, asegurando así que el consumidor final recibe un producto genuino y de alta calidad.

Además de velar por la autenticidad del aceite, el Consejo Regulador también promueve la sostenibilidad del cultivo del olivar en esta región, gran parte del cual se encuentra dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor olivar protegido del mundo en términos medioambientales.

El aceite de la Sierra de Segura no es solo un producto alimenticio, sino un reflejo de la historia, la cultura y las condiciones naturales de la región. Desde su reconocimiento como Denominación de Origen en 1993, este aceite ha mantenido un alto prestigio gracias a sus características únicas y su arraigo en un entorno de alta montaña. Hoy en día, los aceites de la Sierra de Segura, como el Olivar del Castillo, siguen siendo un referente de calidad en el mundo del aceite de oliva virgen extra, apreciado tanto por su sabor como por sus propiedades beneficiosas para la salud.

Este legado continúa evolucionando, con el compromiso de miles de agricultores y el apoyo del Consejo Regulador, que garantiza que este producto excepcional siga siendo una joya gastronómica y un símbolo de la Sierra de Segura.

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